Una llamada despierta en el alma un anhelo o más bien nos puede recordar el anhelo del alma, recogiendo las palabras, las miradas, los abrazos, las sonrisas y los llantos de las mujeres que nos encontramos en el Círculo de Otoño, no me cabe duda que la red que estamos hilando es maravillosa, potente y sobre todo es una red que nos sostiene, nos incluye.
Sentir que pertenecemos a una tribu, a un grupo, a un coven, a un círculo, como queramos llamarlo, donde sentarnos, mirarnos a los ojos y abrir el corazón, es tan, tan mágico que emociona y estremece. Porque en estos tiempos de individualismos, egoísmos y de guerras sin sentido, de machismos y violencias, donde el patriarcado tiene tanto, tanto miedo de dejar de ser, de perder sus privilegios, NOSOTRAS entre todas, estamos creando un espacio de escucha, de silencio, donde estamos las mujeres de cincuenta con nuestra experiencia, nuestros aciertos y errores compartiendo con las jóvenes de 20 con sus miedos, sus preguntas, sus decretos y sus luchas.
Un Círculo intergeneracional de mujeres donde compartimos saberes de antes y de ahora, donde nos damos esperanza, confianza y sobre todo NOS RESPETAMOS, NOS REFLEJAMOS, NOS MIRAMOS EN LA OTRA Y NOS RECONOCEMOS.
Gracias por ser parte de esta urdimbre maravillosa.
Como dice Jean Shinoda Bolen, cuando el millonésimo Círculo de mujeres permanezca activo en el tiempo, algo va a cambiar en este mundo y son muchos los Círculos que dese hace tiempo vienen sosteniendo un trabajo espiritual de crecimiento del alma de cada una de las mujeres que lo componen.
«Estar en un círculo es una práctica de aprendizaje y crecimiento que se nutre de la experiencia y la sabiduría, del compromiso y el valor de cada una de las mujeres que hay en él.»
Hemos preparado una vela que elevará una fragancia suave con toques dulces y acordes florales.
Encender la tenue luz de nuestras velas de Celebraciones es una bella manera de recordarte el tiempo que estás transitando, iluminarlo y recorrerlo con amor.
🌟¡¡Brillen Brujas!!🌟
